jueves, 4 de octubre de 2012

El rostro del Mal

He visto el rostro del mal.

El rostro, materializado como una máscara de metal filoso, cortante, delgado como una navaja en forma de hoja de acero, pero indestructible, decorada con colores amarillos y rojos vivos, donde iban los ojos, había un hueco, forma redonda y vacíos hecha de metal, la boca en forma de una sonrisa hueca, que transmitía la seguridad de su fuerza superior contra la víctima, forma casi plana, como una máscara de festival, pero transpiraba maldad, enojo, llena de malicia, egoísmo, deseos de ofrecer muerte y el mas duro y horrible de los dolores posible.

La máscara, me ve a los ojos, asomándose por una puerta entre abierta, sale humo y luz del infierno, en forma arremolinada, hace un sonido agudo, cuya intención es mostrar que es imparable, que es una amenaza, no importa lo que haga, me dice - sin decir palabra alguna - que no podré escapar, solo me observa, en forma de burla.

Ese rostro del mal ha estado viéndome, soy consciente de que no tengo escape, solo hago lo único que puedo hacer: ver al mal directo a esos ojos vacíos; no hay escape, solo terror, un vacío sin fondo, no hay solución, no se puede negociar, no se puede huir, ni pelear, estoy ahí parado, estático.

¿Crees estar listo y entrenado para esto?.... nunca se podrá estar listo para soportar eso que se ve insportable y aguantar lo inaguantable.

Maldad, maldad, maldad... aquí estas, sin ser llamada; queriéndote servir un banquete con mi carne, huesos como caramelo, gritos como música. Tal vez la dibuje, para mostrar como éra, o tal vez no para no dejarla entrar mas a este sitio.

Algo si es seguro: he visto el rostro del mal, y he vivido para contarlo.

No hay comentarios: